Lo que se del amor

Si algo he aprendido del amor, es que siempre se poco o nada, que igual me voy al cielo y vuelo o de plano me doy de golpes contra el suelo.

No basta aprender porque cuando te enamoras, todo lo desaprendes, cual enfermedad de Alzheimer apoderándose de tu mente, de un solo golpe.

Cariño

Lo que se del amor

Saber no significa aprender

» Solemos decir que sabemos muchas cosas, pero tal vez nos falta saber porqué a pesar de ello; seguimos sin aprender tanto» 

– AQ –

Y decimos que sabemos…

Que las mentiras dañan y no paramos de mentir.
Que para volar primero hay que aprender a andar y seguimos aventándonos a precipicios.
Que las palabras pueden ser más peligrosas que una espada y seguimos sin cuidar lo que decimos.

Que hay que actuar y no quejarse, pero no hay día en que no reneguemos por algo.
Que el éxito hay que trabajarlo, pero nos empeñamos en criticar al que lo obtiene.
Que todos tenemos cola que nos pisen, pero seguimos hablando de la paja en el ojo ajeno.

Que hay que enamorarse de los hechos y sin embargo seguimos enamorándonos del físico y las palabras.
Que probablemente no hay un mañana, pero vivimos como si lo tuviéramos firmado.
Que el orgullo entorpece relaciones, pero seguimos anteponiéndolo a ellas.

Que a una dama no se le toca ni con el pétalo de una rosa y seguimos rompiéndoles el corazón.
Que el amor se cultiva, pero olvidamos los buenos detalles en la etapa de la miel.
Que hay personas o cosas que no son para nosotros, pero nos aferramos a ellos.

Que para el amor no hay edad, pero seguimos pensando que se nos irá el tren.
Que la confianza se destruye en un día, pero seguimos sin valorarla de quién nos la tiene.
Que el respeto al derecho ajeno es la paz, pero seguimos siendo gobernados por la intolerancia.

Que la rutina mata, pero no dejamos de seguirla.
Que la comunicación es fundamental, pero seguimos callados esperando a que adivinen lo que tenemos y queremos.
Que la desesperación es mala consejera, pero seguimos haciéndole caso.

Que si anhelamos a alguien hay que arriesgar, pero seguimos paralizados por el miedo.
Que siempre seremos criticados, pero seguimos preocupados por el «que dirán».
Que la felicidad está dentro de nosotros, pero continuamos esperándola de alguien más.


Tal vez un día de estos, dejemos el saber a un lado y nos decidamos a aprender de una vez por todas.